Kid A

Después de meses pasando por problemas de composición e incapaces de crear un álbum que satisfaga sus ideales, Tom Yorke y compañía consiguieron un disco que ha pasado a la historia musical.

Después de alcanzar la cumbre con Ok Computer, la banda tenía todo para continuar en la misma línea y conservar la fama que ya tenían asegurada, pero Radiohead se ha caracterizado por siempre estar en la periferia, por lo que optaron por hacer a un lado las guitarras y presentar al mundo una grabación llena de samples y ritmos oscuros. Las letras se volvieron más vagas y la música más complicada de lo que ya era, convirtiendo este CD en un parteaguas que alejó a los fans de la vieja escuela, trajo a unos nuevos, e impresionó a aquéllos que se mantuvieron fieles al grupo.
El primer "sencillo" fue Optimistic, que recordó un poco al viejo Radiohead, pero pocos imaginaban que esa canción era tan sólo la introducción al nuevo mundo que la banda descubría. Canciones como The national anthem (cuenta con un largo y bien distribuido arreglo de instrumentos de viento que corrió a cargo de Jonny Greenwood) hicieron uso de un estilo que Radiohead venía creando desde antes, el caos ordenado, pues la superposición de varios instrumentos en un principio hace pensar que la canción no tiene sentido, pero al poner atención al bajo y su repetitivo estribillo uno se da cuenta de lo grandiosa que la canción es. Otras como Idioteque, Kid A y Everything in its right place hacen mucho uso de lo electrónico. In limbo, How to disappear Completely, y Morning Bell, son ejemplos de los nuevos acordes que Radiohead usaba para matizar con tonos lúgubres sus nuevas creaciones.
Con varios instrumentos de por medio y una gama experimental de aparatos electrónicos, el Kid A es un aclamado disco (a opinión de algunos, sobrevalorado) que además de que ganó premios, inició la búsqueda de la banda por un estilo definitivo, lo que al parecer alcanzó con su más reciente disco In Rainbows.